Ultrasonido en fisioterapia

 ¿En qué situaciones podemos utilizar las vibraciones y el calor a favor en la práctica clínica? Veamos los casos más comunes a la hora de aplicar los ultrasonidos:

  • Inflamaciones: los ultrasonidos son eficaces para tratar patologías que cursan con inflamación. Su efecto hace que lleguen más agentes reparadores de la sangre. Si la inflamación ya no es aguda, incrementar el aporte sanguíneo hará que el cuerpo reemplace las células viejas o dañadas por otras nuevas. Los ultrasonidos se utilizarán pues para tratar todo tipo de tendinitis,  bursitis, capsulitis, entre otras.
  • Esguinces: como hemos mencionado, los tendones absorben los ultrasonidos de manera eficaz. Por lo tanto, una lesión en la que el tendón se ha alargado de más y está dañado será un buen objetivo para este tratamiento.
  • Cicatrización: el proceso de cicatrización también se ve agilizado con un tratamiento con ultrasonidos, ya que estos aceleran el metabolismo de las células y favorecen así su recuperación.
  • Sobre su eficacia en el sistema musculoesquelético, no existe suficiente evidencia científica. Se pueden encontrar recomendaciones para aplicarlas para tratar contracturas musculares, por ejemplo, pero su efectividad no está demostrada y el fisioterapeuta tiene a su alcance otras alternativas más convenientes.

    La diatermia consiste en aplicar dolor para tratar lesiones.

    La iontoforesis

    La iontoforesis consiste en introducir medicamentos en el tejido subcutáneo del paciente mediante los ultrasonidos. En esta modalidad, en vez de aplicar un gel que actúe como conductor, directamente se aplica el medicamento en formato de gel. Esto hace que se absorba mejor, y los efectos que se consiguen dependerán del medicamento utilizado.

    Contraindicaciones y precauciones

    Dada su alta frecuencia de vibración, debemos tener ciertas precauciones a la hora de utilizar los ultrasonidos en fisioterapia. En primer lugar, no debemos aplicarlos sobre tumores ni tejidos que puedan sangrar.

    Asimismo, tampoco se aconseja su uso si el paciente tiene un proceso infeccioso o si sufre de trombosis  venosa profunda, arteriosclerosis o patologías circulatorias similares. Por último, se ha de tener cuidado con aplicarlo sobre implantes metálicos o marcapasos y hay que recordar moverlo con frecuencia, teniendo especial cuidado con los salientes óseos.

    Hay un lugar para el ultrasonido en fisioterapia

    Visto todo lo anterior, podemos decir que los ultrasonidos cumplen una función importante. Su efecto sobre tejidos inflamados y patologías crónicas es notable, pero también debemos conocer y evitar sus riesgos, ya que puede ser una terapia agresiva en algunos casos.

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